sábado, 13 de agosto de 2016

El ocho




OBRA: El Ocho

AUTORA: Katherine Neville

AÑO DE PUBLICACIÓN: 1988

EDITORIAL: DEBOLSILLO

SINOPSIS: Catherine Velis es una joven informática destinada a Argelia para trabajar, o eso es lo que pensaba ella, para la OPEP. Su mundo y su vida cambian de forma radical ante esta decisión acerca de su traslado. Todo lo que ella creía conocer (sus amigos más íntimos) se desvanece para ser sumergida de forma intencionada por todos los que la rodean en una peligrosa partida de ajedrez.
Catherine debe ser capaz de encontrar y descubrir el misterio del ajedrez de Carlomagno, buscado incesantemente y resguardado dos cientos años antes por Mireille. 

OPINIÓN PERSONAL: Me aventuré en la lectura de esta obra porque me habían dado referencias muy positivas sobre ella y, a decir verdad, el libro no me ha defraudado.

Uno de los aspectos que, desde mi punto de vista, pueden ser interesantes para el lector dentro del proceso de escritura es cómo Katherine (la autora) viaja a dos épocas y espacios diferentes. Por un lado, tenemos a Mireille, la monja que vive durante el periodo de la abolición de la Monarquía Absoluta Francesa y que debe luchar con sudor, sangre y sacrificio por mantener a salvo las piezas del ajedrez maldito de Carlomagno; y, por otro, a Catherine, la joven neoyorquina que lleva una vida tranquila y de un momento a otro su vida da un giro completo y se ve involucrada en una nueva búsqueda llevada a cabo en 1972.

Personalmente, cuando comencé a leer el libro pensaba que ambas mujeres no tenían ningún tipo de relación, sino que eran dos jóvenes que realizaban la búsqueda del mítico ajedrez en dos épocas distintas. Sin embargo, conforme avanzas y ahondas en la lectura empiezan esas pequeñas sospechas que no dejan que te detengas en la lectura sobre las posibles relaciones de ambas protagonistas. Al final de la obra se descubre todo ese entramado de relaciones que van de una etapa a otra y, sinceramente, no me ha dejado indiferente.

Una de las características más destacables de ambas es que se trata de dos jóvenes luchadoras, apasionadas y ganadoras ante el miedo al fracaso. Por tanto, vemos ese punto feminista que la autora nos ofrece a través de estos dos personajes y que nos muestra a dos mujeres que no se dan por vencidas y pelean por aquello que desean conseguir, sean cuales sean las consecuencias.

Asimismo, Katherine Neville inserta toda una serie de personajes reales que se convierten en piezas clave del juego, que pertenecerán al bando de las blancas o de las negras, cuya misión es ayudar a encontrar el misterioso ajedrez. Cada uno tiene su función primordial dentro del tablero: peones, torres, alfiles, caballos, la reina y el rey. El objetivo es llegar hasta el rey para conseguir hacerse con todas las piezas. Ambas mujeres de la obra se convertirán en la reina negra para evitar la caída de su rey. Expongo esta explicación porque esos peones que han sido personajes reales y muy relevantes de la historia de Francia, contribuyen a la búsqueda del ajedrez y la autora consigue introducirlos muy bien en la historia ficticia; además de incorporar citas reales de la mayor parte de ellos al inicio de ciertos capítulos. Es un dato curioso que, personalmente, me ha llamado la atención y he considerado bastante interesante.

Como en todas y cada una de las pequeñas reseñas que he realizado, sabéis que mi intención no es desmenuzaros la obra o contaros el final, sino que intento argumentar todos aquellos aspectos que me han llamado la atención para que os decidáis a leerla (todos los que aún no lo hayáis hecho).

Debido a ello, solo quiero añadir que Katherine Neville, bajo mi opinión, realiza un laborioso e interesante trabajo en el interior de su obra al relacionar de forma meticulosa y lógica todos y cada uno de los personajes que en ella aparecen. Cuando más pensaba que los personajes se encontraban por las reglas del juego, por casualidad o por el destino más  equivocada estaba, incluso es capaz de unir a Catherine y a Mireille de forma directa.

Al final de la lectura, la explicación de la relación entre todos los personajes es sencilla, coherente y extraordinaria. Todo cobra sentido para el lector, además de para los propios personajes. ¿Cómo? Tendréis que averiguarlo J.

FRASES/PÁRRAFOS INTERESANTES:

Caballero: Juegas al ajedrez, ¿verdad?
La Muerte: ¿Cómo lo sabes?
Caballero: Lo he visto en los cuadros y lo he oído en las canciones.
La Muerte: Sí, a decir verdad soy muy buena jugadora de ajedrez.
Caballero: Pero no eres mejor que yo.

Ingmar Bergman, El séptimo sello

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