martes, 5 de abril de 2016

El show de Truman

¡Buenos días a tod@s!

Hoy me he levantado pensando en la película que he visto este fin de semana junto a una persona muy especial para mí. 

Como en este Blog (debo hacer una presentación oficial) pretendo hablar de todo aquello que me llama la atención y considero interesante, hoy pretendo hablaros de la película El show de Truman

El show de Truman (1998)

TÍTULO ORIGINAL: The Truman show


ESTRENO: 1998


DIRECTOR: Peter Weir


SINOPSIS Y REPARTO: Filmaffinity



OPINIÓN PERSONAL:

Había oído hablar de la película El show de Truman, pero nunca me había parado un rato en el sofá para verla; más que nada porque me recordaba a una especie de Gran Hermano llevado al cine. Sin embargo, debo admitir que (pensando que iba a quedarme dormida nada más comenzara la película) me ha sorprendido y para bien.

Para todos aquellos que no la hayáis visto, Truman es adoptado por una productora antes de ser dado a luz por su madre. El objetivo principal de dicha adopción es crear un programa donde se relate la falsa-real vida de Truman desde su nacimiento hasta, o eso pensaban, su defunción. Al parecer, es un programa de gran éxito y alcanza en la población, la película nos muestra como los televidentes están, literalmente, enganchados a la televisión para ver el día a día del ingenuo Truman.

Obviamente, nuestro protagonista (Truman, interpretado por Jim Carrey) desconoce toda la farsa que rodea su vida. Él NO es consciente de todos los mecanismos y tecnologías que se han dispuesto para relatar al mundo real toda su vida. No obstante, ocurren una serie de sucesos que provocan que Truman averigüe la realidad y pueda escapar de ese encierro al que ha estado sometido desde su nacimiento. 

Desde mi punto de vista, la película posee un gran trasfondo moral, puesto que está cargada de inmoralidad. Con esto quiero decir que tanto el público que visualiza la televisión enganchado las 24 horas al susodicho programa televisivo como los propios productores conocen, saben y no les importa ser conscientes de utilizar a una persona, manejarla a su antojo y engañarla haciéndole creer que vive en un mundo real y perfecto donde todo, absolutamente todo, sale bien. Todo ello para ganar una cuantía inimaginable de dinero. Por tanto, aparece de forma clara la codicia del ser humano, la cual llega hasta tal punto que seríamos capaces de usar una minúscula y pequeña vida para conseguir nuestros fines.

Yo me pregunto ¿es mejor tener a alguien ‘secuestrado’ y utilizarlo en contra de su voluntad en lugar de que este se enfrente a la vida real? Reflexionemos… Si comparamos el programa de televisión Gran Hermano con la película se dista en que los participantes del concurso español entran por VOLUNTAD PROPIA, Truman no ha tenido el derecho de poder elegir; por otro lado, los concursantes pueden abandonar en cualquier momento el show, sin embargo, los productores de El show de Truman (aunque lo nieguen una y otra vez) hacen todo lo posible para evitar que su ‘conejillo de Indias’ abandone la ‘casa’. Ahí lo dejo…

Para mí, esta película es un claro ejemplo de cómo el ser humano pierde la moralidad en muchos de los momentos de su vida y, más aún, si se les ofrece algo muy jugoso (en este caso el dinero) a cambio. Además, no puedo acabar esta entrada sin hacer referencia al magnífico papel de Jim Carrey, el cual no solo debe sumergirse en el mundo ficticio del actor, sino que debe hacerlo doblemente a través de su personaje; el cual también está introducido e invadido completamente por la irrealidad. 

Vayamos más allá, al momento en que Truman descubre la verdad y le permiten (tras un pequeño discurso ‘emotivo’ del director del programa profesando a Truman su amor por él y los recuerdos que posee de su ¿real? infancia) salir de su encierro.

LIBERTAD


La película no prosigue, no nos cuenta cómo Truman se adapta a la realidad. Solo sabemos que ‘la chica’ (Natascha McElhone) va en su busca a modo de ‘salvación’. Bueno yo imagino que el estado de shock de nuestro protagonista debe ser inmenso, ya que se ha pasado la vida encerrado en un mundo idílico, vacío de problemas. Por ello, yo me pregunto ¿de qué sirve salir de un mundo maravilloso para enfrentarse a la cruda realidad? Pues bien, opino que debemos vivir, enfrentarnos a los problemas, sentir, disfrutar, llorar, reír, volar, sufrir, amar, jugar, pelear, aprender, equivocarse, triunfar, fracasar… Al fin y al cabo solo vivimos una vez y debemos aprovecharla.

Gran película con una gran enseñanza: la vida está para vivirla y hay que disfrutarla. 


IMAGEN PREFERIDA:


  


'Un baccio molto grande'








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